- 91a. Antes y Después de Ella (Before and After Her)
- 91b. (1/2) Antes y Después de Ella (Line by Line Breakdown)
- 91b. (2/2) Antes y Después de Ella (Line by Line Breakdown)
In this episode, Fernanda from Colombia tells you about the hardest event of her life, the death of her mother.
A full transcript of this episode is available at https://icanspeakspanish.com/91a-antes-y-despues-de-ella-before-and-after-her/
Welcome to I Can Speak Spanish. This episode is completely free.
Reminder: Members get access to additional episodes, full transcripts, and note taking. Here are a just a few of the episodes you’re missing out on by not being a member:
- 111b. (2/2) Mi Viaje a Nueva York (Line by Line Breakdown)
- 111b. (1/2) Mi Viaje a Nueva York (Line by Line Breakdown)
- 111a. Mi Viaje a Nueva York (My Trip to New York)
- 110b. (2/2) Sucesos del siglo XX (Line by Line Breakdown)
- 110b. (1/2) Sucesos del siglo XX (Line by Line Breakdown)
- 110a. Sucesos del siglo XX (Events of the 20th century)
[00:00] Welcome to the icanspeakspanish.com podcast. If you’ve ever wanted to be more confident when speaking Spanish, this is the podcast for you.
[00:09] Each episode consists of two parts. In the first part, we bring you interesting stories from Spanish speakers all over the world to improve your listening. In the second part, we break down each line from the story in English, give you time to say the line out loud in Spanish, and then tell you the correct response for the line, so you can build your vocabulary, improve your pronunciation, and practice your speaking.
[00:34] We offer full transcripts of our episodes at icanspeakspanish.com. For access to additional episodes and other tools to help accelerate your learning, become a premium subscriber today.
[00:55] Bienvenidos al episodio de hoy “Mi vida antes y después de Ella”. Yo soy Fernanda Barrera. El tipo de español que usaré en este episodio es español de Latinoamérica, y mi español es de Colombia. En este episodio, les hablaré del acontecimiento más duro de mi vida- la muerte de mi madre. Voy a contarles cómo este suceso marcó un antes y un después para mi camino, y les voy a narrar lo que es, desde mi perspectiva, ser huérfana y comenzar a vivir sola a los 18 años. ¡Vamos a empezar!
[01:29] Cada oportunidad que tengo de hablar sobre mi madre, es para mí la posibilidad de sentirla nuevamente aquí, a mi lado, acompañándome como si estuviera de nuevo viva. Pero solo hablar de ella me llevaría más de un episodio en este podcast. Así que más que contarles quién era esa mujer maravillosa, cómo era su sonrisa, o cómo murió, voy a hablarles de mí y de cómo mi vida se detuvo la madrugada del 27 de septiembre de 2011, para seguir un camino completamente nuevo.
[02:02] Mi madre murió de cáncer. Estuvo hospitalizada varias veces durante un año. Cada ida al hospital era una posibilidad de que fuera la última. Cada falsa alarma significaba enfrentarme a la pregunta “¿Qué hago si al llegar al hospital ya está muerta?” Cada despedida significaba tener presente decirle lo mucho que la amaba, en caso de que fuera lo último que ella escuchara de mí. Finalmente, ese último día llegó, y sí le dije lo mucho que la amaba.
[02:34] El primero de septiembre fue el día que cumplí diez y ocho años, la mayoría de edad en Colombia. Mi madre siempre me decía que ella iba a morir tranquila si me dejaba con mi cédula de ciudadanía en la mano. Ese día, ella misma me llevó la Registraduría para sacar mi documento. El siete de septiembre, tenía mi cédula en la mano. Veinte días después, ella pudo descansar en paz.
[02:58] A mi madre le preocupaba mucho, obviamente, lo que fuera a pasar conmigo; estoy segura que le dolía más dejarme sola que su propio cuerpo enfermo. Cuando se sentía con fuerzas me preguntaba “Luisa, ¿Qué vas a hacer cuándo me muera?… ¿vas a vivir con la abuela?… ¿vas a vivir con tus tíos?… o ¿vas a quedarte aquí sola?”. Yo siempre le decía que quería quedarme en nuestra casa, sabía que podía hacerlo, sabía que no quería ser una carga para mi familia, y sabía también que iba a ser extremadamente duro y difícil, pero que iba a ser lo mejor para mí.
[03:38] Mi madre muere a las cuatro de la mañana, a las cuatro y media ya estábamos en el hospital. Cuando llegué, vi su cuerpo sin vida en la camilla, todavía estaba tibia; me acosté a su lado y recuerdo que solté una lágrima, una lágrima solamente. Esa fue la única lágrima que derramé hasta muchos meses después. Con esa sola lágrima, sin darme cuenta, muy en lo profundo de mi inconsciente, tomé una decisión. Sabía que si quería sobrevivir a esto, también yo tenía que morir, reinventarme y, no sé cómo, volver a nacer para empezar una vida en donde no hay padres que te provean, que te regañen, que te guíen, que te cuiden, o que te salven.
[04:25] Las primeras palabras de la nueva Yo fueron “hola, soy Luisa, te estoy llamando para avisarte que mi mamá se acaba de morir y vamos a velarla hoy a las 3 de la tarde en Campos de paz. Antes, habrá una misa en la parroquia a las 10, y después se hará la cremación. Ojalá nos puedas acompañar… Chao” y esto mismo lo repetía en cada llamada telefónica que tenía que hacer. Estaba tan tranquila, tan concentrada en el “itinerario del día”, era la organizadora oficial del evento del año y yo era la anfitriona. Todo tenía que estar controlado, sobre todo yo.
[05:04] El mar de emociones duró unos cuantos meses. Yo seguía sin llorar, la nueva versión de mí estaba llevando las cosas bastante bien. Decidí que lo primero que quería hacer era adecuar mi casa a mi gusto. A mí me gusta el minimalismo, menos es más. Como decimos en el teatro, “nada está en la escena para ser decoración, debe tener una razón de ser”. Todos los muebles y la decoración eran de mi madre. Yo no encontraba ninguna utilidad en vivir sola y tener tres camas, tres armarios y dos closets; más de diez relojes de pared, cuadros de mapas de Europa, toneladas de ropa que nunca me iba a poner y cantidad de aparatos electrónicos de finales de los ochenta.
[05:50] Lo vendí todo, lo repartí entre mis tíos y primos, doné su ropa, me compré un mueble en L para la sala y un año después, adopté dos gatas; Brownie y Muffy; me gusta pensar que en ellas viven los espíritus de mis papás. Ah, por cierto, mi padre también murió, lo asesinaron cuando yo tenía 3 años; pero eso es otra historia.
[06:16] Con diez y ocho años tuve que madurar a la velocidad de la luz. Aprender que si quería comer, tenía que cocinarlo yo, y también ir al mercado yo. Tuve que aprender sobre contabilidad básica. Mensualmente recibía una pensión que nos dejó mi padre. Antes la manejaba mi madre, ahora me tocaba a mí asegurarme de repartir bien el dinero entre comida, cuentas de servicios, pasajes para ir a la universidad, las necesidades de mis dos hijas peludas y demás compras necesarias. Tengo que admitirlo – tener que ser adulta me gustaba bastante.
[06:52] Seguí en la universidad, estudié artes dramáticas, teatro; me encantaba mi carrera. Mi madre nunca me vio actuar. Cada vez que me monto en un escenario me gusta imaginarla a ella sentada entre el público, me gusta pensar que ella se siente orgullosa de la hija que crió… también a veces aprovecho para decirle “en tu cara mamá, no creías que esto era una carrera de verdad”. De igual manera, ella me apoyaba, sin importar que en el fondo quería que yo estudiara otra cosa porque le preocupaba mi futuro. Yo me aseguré de ser una actriz excelente, de tomar mi carrera con total responsabilidad, terminarla y vivir de ella.
[07:37] Era raro no tener que pedir permiso para invitar a alguien a venir a casa, para salir a una fiesta y llegar tarde, o muchas veces, para no llegar siquiera. Era raro tener completa libertad y autonomía de tomar todas mis decisiones. También era extraño llegar a casa y no verla a ella, con el tiempo me fui a acostumbrando a no verla, mi mente cree que se fue de viaje y aún no vuelve. La verdad es que dudo que sepa la verdad. Prefiero seguir pensando que está de viaje, duele menos.
[08:09] Perder a mi madre, de cierta manera, también me volvió un poco insensible, o como me dicen algunas personas, “muy fuerte”. Pero nah. Eso de ser fuerte es mentira. Nadie, absolutamente nadie, es lo suficientemente fuerte como para ver a su propia madre en una parrilla siendo metida en un horno de cremación. Para eso no se requiere fuerza, para eso se necesita estar muerto por dentro; o, al menos, desconectar todas tus emociones y poder ser insensible. Insensible ante el dolor, ante la ausencia, ante la incomprensión de que alguien está contigo un día y luego simplemente desaparece. Eso es algo que no se comprende jamás.
[08:58] Mi vida siguió su curso, yo seguía viviendo, seguía aprendiendo, seguía equivocándome, seguía soñando, seguía enamorándome… cada nuevo amor era como un respiro para mí, era la oportunidad de volver a sentir algo en ese corazón que estaba paralizado. Pero como es natural, todas las relaciones, si terminan, te rompen el corazón. Cada vez que yo me veo en medio de un dolor como esos, lo único que puedo pensar es “si yo puedo vivir sin mi mamá, puedo vivir sin el que sea” y esa frase ha sido mi himno de la guerrera. Ha sido lo que me levanta cada vez que me veo en el suelo.
[09:41] Cuatro años después, pude llorar a mi mamá, ¡pero llorarla de verdad!. Siento que de vez en cuando es bueno para el alma hacer el duelo. Descubrí que “el duelo” no es algo que se hace solo una vez, o que pierde su intensidad con el tiempo. Yo pienso en mi madre y me duele exactamente igual a como me dolió esa madrugada, yo lloro igual, mi voz se corta igual, el dolor nunca pasa, nunca me abandona. El dolor me enseñó que tu perspectiva es quien le da el valor de ser a las cosas.
[10:19] Cuando el dolor de la muerte tocó a mi puerta, me dijo “Tienes dos opciones conmigo – me usas o yo te uso a ti”. Yo sabía que, o me moría del dolor dejando que mi vida se derrumbara, o cogía ese dolor, me lo echaba a la espalda y seguía mi camino. Yo escogí la segunda opción. Nueve años después, la muerte de mi mamá reformó mi carácter, reescribió mi historia, abrió mis ojos a otras realidades, y solo me queda darle las gracias por incluso desde el otro mundo, seguir enseñándome a ser humana.
[10:55] Eso es todo por hoy. Gracias por escuchar y ¡nos vemos pronto!
[11:08] If you enjoy this podcast and want to support us, become a premium subscriber at icanspeakspanish.com. As a premium subscriber, you get access to additional episodes, full transcripts of every episode, and other tools to help accelerate your learning.
[11:24] If you liked this story, please share it with others. Also, we love to hear from our listeners, so feel free to email us any feedback you have at [email protected]. We personally read every single piece of feedback. Thanks for sharing a part of your day with us and see you again soon.